domingo, 28 de febrero de 2010

¿Visperas de santa cena? ¡Tengo que arreglarme!




En estos días en los que se acerca la cena del Señor supongo que cada uno de ustedes se esta preparando para celebrar ese día especial con ayunos, oraciones, cultos, devocionales etc. pero quiero que se pongan a reflexionar en algo.
¿Por qué aveces solo cuando se acerca la cena del Señor los hijos de Dios empiezan a medio acomodar sus vidas y los meses anteriores no le dieron preoridad a hacerlo por completo?

medio arreglarse espiritualmente es para ustedes. Buscar redención, justificación, o evitar el que diran de algunos.

aveces muchos hermanos que todo el año ni siquiera ponen un pie en el templo o en algún culto de hogar. En la cena del Señor llegan como si deberás hubieran trabajado su vida espiritual. Jámas en gran parte del año se preocuparoN por buscar eL aliento del Señor por medio de su palabra pero a pocos meses de la cena, comienzan a leer un poco.

pero Dios no quiere un poco, Dios no quiere intentos, Dios no quiere horas o minutos, Dios no quiere medios cristianos ( Apocalipsis 3:15-16)
A Dios le repugna la mediocridad de sus hijos que conocen su palabra, A Dios le da asco cuando sus hijos sabiendo que tienen que obedecer los mandatos de Dios y consientes de que deben de buscar el Reino de Dios y su justicia no lo hacen.

Como puedes tu oh Cristiano, si asi te haces llamar, presentarte a unos meses de la cena del Señor sin hacer meritos reales que de verdad cambien tu vida radicalmente.

Dios quiere gente entregada a Él, Dios quiere gente que derrame su vida por la causa de Cristo Jesús, Dios quiere tiempo completo, hasta tu último respirar Dios quiere que te dejes usar.
No solo cuando se acerca la Santa Cena, No solo cuando se acerca el culto de Sábado.
no.

Debemos siempre todas las mañanas que despertemos recordar que somos luz del mundo, Cristianos, llamados a ser un pueblo santo y escogido, un pueblo redimido por la sangre de Cristo Jesús.
Todos los días deben ser cena del Señor en nuestras vidas. todos los días la sangre y el cuerpo de Cristo nos deben de recordar el precio de nuestro pecado y como Dios pago ese precio dando a su Unigenito Hijo por ti y por mi.

No esperes a que se acerque la cena del Señor para renovar tu vida y para consgrarte

desde este momento tienes que consagrar tu vida para el Señor, ya no debes de vivir tu si no Cristo tiene que vivir en ti.

Dios les bendice

paz a vos

att. Absalón Peréz Bueno

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