lunes, 9 de agosto de 2010

"Sanados para seguirle"



(Marcos 10:46-52)


Hoy en día se escuchan muchos casos de gente que pide un milagro de Dios, económico, de salud, sentimental, etc. Y cuando es concedido se apartan de Dios y el agradecimiento es mínimo, algunos ni siquiera regresan simplemente al verse de nuevo en su comodidad se van a disfrutar de la buena vida en el sillón de la casa, en algún lugar de recreo, en alguna fiesta o con las amistades mas cercanas.

¿Por qué es que inconsciente o conscientemente siguen el ejemplo de los 9 leprosos que no agradecieron el favor de Dios?, y ni siquiera piensan en seguir el ejemplo del único Leproso agradecido. ¿Por qué al ser liberados de su aflicción y sus problemas muchos se olvidan de quien les ayudo y no regresan sino que se van alejando más y mas, exponiéndose a un destino duro para sus almas?.

Ahora como cristianos hemos recibido la salvación gratuita de Dios, la salud espiritual, hemos sido sanados de nuestro ceguera desde el momento que clamamos “¡Jesús hijo de David, ten misericordia de mí!”, pero ¿Nosotros hemos seguido a Cristo?, ¿al igual que los polluelos siguen a su madre al ser abiertos sus ojos después de nacer?

La sanidad y el llamado que recibe Bartimeo de parte de Jesús tienen varios puntos que debemos de tomar en cuenta:

Conformidad: El mendigaba para su sustento, él tal vez ya había perdido todas las esperanzas de vivir mejor. Y más derrota por toda la gente que le daba y decía algún comentario de compasión. Tal vez para este hombre el recibir el sustento de los demás. (v.46)

Las buenas noticias: En varias regiones alrededor de Jerusalén se había regado la noticia de un hombre (Jesús) que podía sanar toda dolencia. La misma notica pudo haber llegado a los oídos de Bartimeo, tal vez tomando la noticia con indiferencia. (v.47)

Reconocer la necesidad: En uno de sus días de rutina de pedir limosnas, comienza escucharse un gran revuelo, de una multitud, sí, era Él del que todo mundo hablaba; Jesús el nazareno. La oportunidad de su vida estaba a la vuelta de la esquina y tal vez ya no regresaría. ¿Qué luchas se imaginan que tenía la mente de Bartimeo en ese momento? (v.46-47)

Vemos que Bartimeo reconoce que necesita cambiar de esa posición de conformismo y clamar misericordia, hasta ser escuchado. El aún en su ceguera y desde donde estaba clamó desgarradamente para obtener misericordia.

Obstáculos en el camino: había varias personas que le reprendían para que el dejará de clamar. A veces Satanás usa personas y situaciones para derrotarnos y para que dejemos de luchar, y quedarnos en nuestra situación de ceguera y conformismo.

Podemos escuchar comentarios como estos:

-Oye porque vas al templo, ¿No deberías atender primero a tus familiares? Ellos te pueden dejar de amar y eso te va a doler mucho.

-No puedes arriesgar tu sueldo piensa en tu familia. No vayas a la Iglesia, Dios entiende tu situación.

- ¿Por qué te quieres involucrar en ese ministerio? Ellos son mejores que tú. Tú ni siquiera tienes estudios, ni sabes leer, ¿Crees que ellos te necesiten ahí?

-Deja de hablarle de Cristo a esa persona o familiar, El ya esta muy grande para decidir. No hables ahora del evangelio no es tiempo puedes interrumpir y se molestarán contigo.

-¿Por qué diezmas? No sería mejor comprar esos zapatos y esa ropa para tener una oportunidad de encajar más en tu trabajo.

-Ya no prediques eso, muchos hermanos se molestan, mejor dales este tema que los hará reír un poco, no crees que tienen ya muchos problemas.

-Deja de orar por esa situación, mejor resuélvelo tu mismo mira hay un abogado muy bueno que te puede ayudar, hay un doctor en esa colonia que es uno de los mejores en el país. Etc.

-No vayas al culto. Deberías de quedarte a estudiar, el Señor entenderá que es para alcanzar tus metas. Ya ves dicen que ese profesor es muy estricto. deja esa Biblia mejor agarra tu cuaderno y estudia tus apuntes.

Muchos de estas reprensiones, comentarios y sugerencias escuchamos cuando queremos despertar de nuestra ceguera. Muchos caen en esa trampa de Satanás cuando usa a familiares, amigos, hermanos de la Iglesia, vecinos, etc. Confiamos más en sus palabras mortales que en la palabra de Dios.

Pero el ciego Bartimeo no escucho la voz de esa gente, y no le importo él tenía que ser escuchado por el Señor, aunque perdiera la vida en ello.

Dios nos escucha y nos llama: Jesús atiende al clamor de Bartimeo, y manda a llamarle. A través de algunas personas.

También al igual que Satanás usa personas para dañarnos, atormentarnos, hacernos caer en duda, etc. Dios también manda a sus hijos para llamar y inspirarles la confianza en Dios. (v.49).

Cuantas veces hemos recibido el llamado del Señor a través de hermanos, familiares, amigos y hasta vecinos.

Escuchamos comentarios como estos:

-oye vecino (a).Tú eres cristiano (a), lees la Biblia, deberías de pedirle a tu pastor y hermanos que oren por ti.

-Mira deberías de acercarte a la Iglesia, tus hermanos te apoyamos a ayunar y orar..

-Vamos orar en este momento, déjame leerte este salmo, etc.

-Ven ¿Por qué no te involucras en este ministerio? Él Señor es el que se moverá dentro de ti.

Y muchos comentarios más pero a veces no creemos en la voz de Dios y actuamos precipitadamente.

Decisiones: Llego el momento de la decisión quedarte en ese lugar de oscuridad y tinieblas, que aparenta ser tu sustento o dejar todo eso y correr al llamado de Jesús.

Bartimeo se despojo de su capa, se levanto y fue a Jesús, tal vez ayudado por las personas que le habían dicho: “Ten confianza; levántate, te llama”. (Marcos 10:49).

Bartimeo se despojo de su comodidad y conformidad, quizá la capa era lo único que tenia, lo que lo protegía del sol y le daba abrigo en el frio, el lo dejo todo por ir al encuentro de Jesús el único que lo podía liberar de sus situación.

El ya esta frente al Señor. Y las primeras palabras que le dijo a Bartimeo fueron “¿Qué quieres que te haga?”. Lo que impulso a Bartimeo a responder “Maestro, que recobre la vista”.

Dios espera que nosotros reconozcamos lo que no falta, nuestras necesidades, lo que nos impide hacer las cosas. Dios ya lo sabe pero espera que nosotros lo reconozcamos.

El Señor esta dispuesto a levantarnos y restaurar nuestra vida de conformidad y comodidad.

Sanados para seguirle: Bartimeo fue sano, la fe de este lo había salvado, la confianza total en el hijo del Dios viviente había hecho que recobrará la vista.

Pero una parte muy hermosa es que Bartimeo no se fue con su sanidad, el no fue a disfrutar de la vista, a ver un paisaje, a un día de campo, el decididamente siguió a Jesús. (v.52)

Al igual que la suegra del apóstol Pedro. Que al ser librada de una fiebre se levantó y les servía. (Mateo 8:14)

¿Cuántos están dispuestos a ser Sanados para seguirle?

¿Cuántos ya han sido sanos y aún no le han seguido?

Conclusión.

Seguir a Cristo no solo es ir a sentarse en una iglesia, y tratar de parecerse a las personas que están ahí, seguir a Cristo es tener una relación con Él, todos los días hacer su voluntad, escuchar su voz y atender a la voz de su palabra. Reconocer que no es por nuestras propias fuerzas sino por su infinita misericordia.

Cristo quiere quitar lo que nos estorba para trabajar por su obra, ¿Estas dispuesto a reconocer tu malestar? Y decir “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mi!”.

Él esta llamando y te dice “¿Qué quieres que te haga?

Depende de ti y la respuesta que des.

¿Quieres ser sano para seguirle?

Escrito por: Absalón Perez Bueno

No hay comentarios:

Publicar un comentario